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¿Cuándo debes tomar una decisión?

24.02.2014 14:50

En una relaciones de pareja

¿Cuándo debes tomar una decisión?

Hay decisiones que son difíciles de tomar, y pueden pasar mucho tiempo para hacerlo. Ese es el caso cuando decides finalizar una relación.

Es complicado tomarla y si tienes hijos peor.  Por tu cabeza pasa: “será que es lo correcto”, “que va a pasar después, me voy a sentir sola”, “Los niños van a sufrir” y como eso mucho más.

Pero si estas atravesando el proceso de toma de decisión, lo recomendable es hacer una lista, clara de tus razones y de que sería lo positivo y lo negativo.

Tomate tu tiempo para hacerlo, lo importante es hacerlo con la cabeza fría y conscientemente.

El apego

Uno de los grandes saboteadores de las tomas de decisiones, especialmente en el área sentimental es el apego.

El psicólogo chileno, miguel Núñez comenta que: “El apego lleva a las personas a depender emocionalmente de otro, eso implica que en muchos casos se cae en estados de tristeza, pesadumbre e incluso depresión si no se obtiene la aprobación de la persona hacia la cual se dirigen los afectos.

Además, cuando se da esta situación los cambios emocionales se ubican en el contexto de la conducta o estado anímico del otro. Si está feliz, también lo está el codependiente, si no está de humor, la otra persona, tiende a seguir en esa mismo patrón. Pierde la capacidad de reacción por sí misma, generando esclavitud afectiva.

En casos graves, la dependencia puede generar situaciones de violencia psicológica y/o física. Es común que se den situaciones donde las víctimas demandan a su agresor(a), pero al tiempo cambian la versión o solicitan retirar la demanda. Cuando se los conmina a abandonar la conducta codependiente y dejar a la persona que lo maltrata, dichas personas, no entendiendo la distorsión cognitiva que padecen manifiestan amor hacia su agresor, confundiendo a quienes se dan cuenta de la situación y cayendo en el autoengaño”.

Características del apego afectivo

Veamos según W. Riso las principales características de esta dependencia o apego afectivo:

1. La adicción del apego: Si me faltas, me mato; es la persona más importante en mi vida; sin él/ella la vida no tiene sentido…  Cuando el apego está presente, entregarse es una forma de rendición guiada por el miedo con el fin de preservar la relación como sea. Bajo el disfraz del amor romántico, la persona apegada comienza a sufrir una despersonalización lenta, como si fuera un anexo de la persona amada, un simple apéndice. Si la dependencia es mutua.

2. Diferencias entre el amor y tener apego: el apego es la muletilla del miedo, un calmante con contraindicaciones. El placer de amar y ser amado es para disfrutarlo, sentirlo y saborearlo, si el bienestar recibido se vuelve indispensable, la urgencia por verla/e no te deja en paz y tu mente se desgasta pensando en el/ella: bienvenido al mundo de los adictos y afectivos. El deseo mueve el mundo y la dependencia lo frena.

3. El desapego no es indiferencia: amor y apego no siempre deben ir de la mano. El apego corrompe. El desapego no es desamor, sino una manera sana de relacionarse, cuyas premisas son independencia, no posesividad y no adicción. La persona no apegada es capaz de controlar sus temores al abandono, no considera que deba destruir la propia identidad en nombre del amor, pero tampoco promociona el egoísmo y la deshonestidad. Desapegarse no es salir corriendo a buscar un sustituto afectivo.

4. El apego desgasta y enferma: el adicto afectivo no es impecable a la hora de optimizar y utilizar su energía. En toda relación de apego, suele haber dos tipos de sujetos:

-  Los activos dependientes: aquellos que hacen un despliegue impresionante de recursos para retener a su fuente de apego. Los activo-dependientes pueden volverse celosos e hipervigilantes, tener ataques de ira, desarrollar patrones obsesivos de comportamiento, agredir físicamente y en casos especialmente peligrosos, atentar contra la vida del otro o la suya propia (cuantas noticias escuchamos a menudo sobre violencia de género o violencia machista), en mayor medida estos sujetos apegados suelen ser hombres.

- Los pasivo dependientes: tienden a ser sumisos, dóciles y extremadamente obedientes para intentar ser agradables, evitar el abandono y la ira de los activo dependientes. Es más característico de las mujeres.

 

Entonces ¿qué hacemos?

Lo importante es estar consciente del porque deseas terminar la relación y lo que eso va a generar. Y es allí cuando el autocontrol se convierte en el protagonista.

Es así como uno se puede deshacerse del apego afectivo y para ello hay que tener en cuenta que  detrás de todo apego hay miedo.

Solo tú puedes hacer que tu mundo cambie, y si cambias, automáticamente tu alrededor cambiara